Prosperidad
Armando mi artículo para esta semana, en el que hablo sobre la Prosperidad, me topé con una frase que me dejó pensando: "No es rico el que más tiene sino el que menos necesita" -dicho popular.
Para los orientales, la Prosperidad depende de nuestra cantidad de energía vital. A veces, el temor a no tener, nos lleva a tener más de lo que realmente necesitamos, y hace que nuestra energía vital se diluya en mantenerlo.
El dinero, después de todo, no da por si mismo la Prosperidad. Somos nosotros quienes damos forma a nuestros sueños y aspiraciones, utilizándolo sabiamente.
El tiempo, otro de nuestros recursos, es parte de ese aprender. La correcta administración de tiempo, incluye tiempo para nosotros mismos, para hacer cosas que disfrutamos, para seguir nuestras múltiples pasiones.
Creo que la Prosperidad requiere de muchas cosas. Del valor para vivir esas pasiones, por ejemplo. A veces, tememos a dar "El Gran Salto" por temor a no tener, cuando solo es necesario saber que el dinero, el tiempo y todos nuestros demás recursos deben utilizarse para nuestro beneficio. Quizá ese sea el origen de la palabra inversión.
El año pasado aprendí que "El Gran Salto" es solo el comienzo... Después de todo, si la vida fuera gratis, perderíamos la oportunidad de disfrutar aprendiendo de otros, de quiénes somos y qué nos hace felices.
Creo que así, avanzando, estudiando, observando y meditando, fue como aterricé hoy en el artículo de la Prosperidad, así que decidí incluir un poco de eso a lo que le di vueltas en este blog.