Hoy fui a pasar la tarde donde una amiga. Mientras conversábamos, pude notar que cojeaba un poco. ¿Y eso? le pregunté. Tengo un problema en el pie y no se qué hacer. Al parecer, desde el día anterior tenía una molestia en la planta derecha del pie. Le pregunté si algo fuera de lo común había sucedido. No, nada. La respuesta de siempre. Seguimos conversando y al rato me dijo ¿Qué se supone que es cuando te duele el pie? La pregunta de siempre luego de la respuesta de siempre. Y bueno, veamos… Por el lugar donde me dices que te molesta, lo más probable es que temas algo con relación al futuro. Temes a algo y por eso no quieres seguir avanzando. Como respuesta obtuve la mirada de siempre. ¿Algo relacionado al futuro? Si bueno, ayer sucedió algo muy chocante y estoy pensando si sigo adelante ó si cambio de ruta.

Aproveché la noche para visitar a unos amigos. Uno de ellos nos comentó que venía pensando en la posibilidad de probar suerte en el extranjero. Al parecer, la idea le venía dando vueltas, pero dudaba de sus capacidades para alcanzar el mismo éxito que aquí tenía. Conversamos largamente, hasta que repentinamente comentó a sentir en aumento una molestia que tenía en el pie.

Los pies, entre otras cosas, suelen hablar sobre nuestra capacidad de comprensión de las situaciones que enfrentamos, sobre la firmeza y decisión con las que discernimos, elegimos y avanzamos; tienen que ver con el arraigo a nuestras ideas, a nuestras creencias y a lo que consideramos como bagaje cultural, además de relacionarse directamente con nuestra capacidad para ser modestos ante la vida.